Imperio latino
El Imperio latino o Imperio latino de Constantinopla (nombre original en latín: Imperium Romaniae, «Imperio de Romania») es el nombre dado por los historiadores al estado feudal cruzado fundado por los líderes de la Cuarta Cruzada en los territorios capturados del Imperio bizantino. Fue establecido después de la captura de Constantinopla en 1204 y se prolongó hasta 1261.
El Imperio latino tenía por objeto sustituir al Imperio bizantino como sucesor titular del Imperio romano en el este, con un emperador occidental católico entronizado en lugar de los emperadores orientales ortodoxos. Balduino IX, conde de Flandes, fue coronado primer emperador latino como Balduino I el 16 de mayo de 1204. El Imperio latino no logró obtener la dominación política o económica sobre los otros feudos latinos que se habían establecido en los antiguos territorios bizantinos como consecuencia de la Cuarta Cruzada, especialmente Venecia, y después de un breve período inicial de éxitos militares el Imperio latino entró en una constante decadencia. Debilitado por la constante guerra con los búlgaros y los estados sucesores griegos, finalmente cayó ante el Imperio de Nicea bajo el emperador Miguel VIII Paleólogo en 1261. El último emperador latino, Balduino II, fue al exilio, pero el título imperial sobrevivió, con varios reclamantes para él, hasta el siglo XIV.
Índice
Historia
Creación del Imperio latino
Por acuerdo entre los cruzados, el territorio bizantino fue dividido: en la Partitio terrarum imperii Romaniae, firmada el 1 de octubre de 1204, tres octavos —incluyendo Creta y otras islas— fueron para la República de Venecia. El Imperio latino reclamó el resto, y ejerció control sobre zonas de Grecia, dividida en feudos vasallos: el Reino de Tesalónica, el Principado de Acaya, el Ducado de Atenas, el Ducado del Archipiélago y los ducados efímeros de Nicea, Filipópolis y Filadelfia. El Dogo de Venecia no fue considerado vasallo del Imperio, pero su posición en el control de 3/8 de su territorio y de partes de la misma Constantinopla aseguró la influencia de Venecia en los asuntos del Imperio. Sin embargo, gran parte del antiguo territorio bizantino quedó en manos de los estados sucesores rivales liderados por la aristocracia bizantina griega, como el Despotado de Epiro, el Imperio de Nicea y el Imperio de Trebisonda, que estaban empeñados en reconquistar Constantinopla.
Un efecto curioso de la coronación de Balduino y la creación del Imperio Latino fue la existencia de tres auto denominados imperios romanos al mismo tiempo: El Imperio Latino, el Sacro Imperio Romano y los restos del Imperio bizantino, sucesor directo del antiguo Imperio romano. Sin embargo, ninguno de ellos controlaba la ciudad de Roma, bajo la autoridad política del Papa.
El Imperio en Europa
A diferencia de Asia, donde el Imperio Latino se enfrentó solamente a una inicialmente débil Nicea, en Europa encontró inmediatamente un poderoso enemigo: el zar búlgaro Kaloyan. Cuando Balduino comenzó una campaña contra los señores bizantinos de Tracia, estos pidieron ayuda a Kaloyan. En la batalla de Adrianópolis, el 14 de abril de 1205, la caballería pesada latina fue aplastada por las tropas de Kaloyan y el emperador Balduino fue capturado y encarcelado en Tarnovo, la capital búlgara, hasta su muerte en 1205.
Su hermano Enrique fue elegido regente del Imperio y coronado como emperador en 1206, cuando en Constantinopla se supo la muerte de Balduino. Por su parte, Kaloyan fue asesinado en 1207 durante el asedio de Tesalónica en una conspiración de su primo Boril, que se hizo con el trono. Al año siguiente los búlgaros atacaron al Imperio Latino, siendo derrotados el la batalla de Filipópolis. Enrique entonces pudo recuperar la mayor parte de los territorios perdidos en Tracia. En 1209 tuvo que someter a los nobles lombardos del Reino de Tesalónica que se habían rebelado contra el sucesor del rey Bonifacio.
Mientras tanto, Miguel I Comneno Ducas había creado el que luego se conocería como Despotado de Epiro, el principal foco de la resistencia griega en Europa a la invasión de los cruzados. Atacó el Principado de Acaya entre 1207 y 1209 y en 1210 se alió con Boril de Bulgaria para atacar el Reino de Tesalónica. Derrotados por el emperador Enrique, este exigió a Miguel Comneno que se declarase su vasallo. Pero Miguel lo evitó dando en matrimonio a su hija a Eustaquio, hermano de Enrique, con un tercio de sus tierras como dote.
En 1211 el zar Boril firmó una alianza con el emperador de Nicea para tomar Constantinopla, pero fracasaron en su intento. En vista de ello, Boril decidió firmar la paz con Enrique, a quien dio en matrimonio a María, hija del zar Kaloyan. El Imperio Latino conseguía así cierta seguridad en Tracia y Tesalónica.
En 1214 sin embargo, Miguel fue asesinado y le sucedió Teodoro Comneno Ducas, que estaba decidido a capturar Tesalónica. El 11 de junio de 1216, mientras supervisaba las reparaciones de los muros de Tesalónica, Enrique murió envenenado y fue sucedido por Pedro de Courtena y, que fue capturado y ejecutado por Teodoro al año siguiente. La regencia fue establecida en Constantinopla, encabezada por la viuda de Pedro, Yolanda de Flandes hasta 1221, cuando su hijo Roberto de Courtenay fue coronado emperador. Distraído por la reanudación de la guerra con Nicea, y esperando en vano la ayuda del Papa Honorio III y el rey de Francia Felipe II, el Imperio latino no pudo evitar la caída final de Tesalónica ante Epiro en 1224. El ejército epirota conquistó Tracia en 1225-1226, apareciendo ante la misma Constantinopla. El Imperio latino fue salvado por el momento por la amenaza que ofrecía a Teodoro el zar búlgaro Iván Asen II, y una tregua fue concluida en 1228.
El Imperio en Asia Menor
Las iniciales campañas de los cruzados en Asia Menor resultaron en la captura de la mayor parte de Bitinia para 1205, con la derrota de las fuerzas de Teodoro I Lascaris en Poemanenum y Prusa. Los éxitos latinos continuaron y en 1207 se firmó una tregua con Teodoro, recientemente proclamado emperador de Nicea. Los latinos infligieron una nueva derrota a las fuerzas nicenas en el río Ryndakos en octubre de 1211. Tres años después ambos imperios firmaron el Tratado de Ninfeo (1214) en que Teodoro reconocía al imperio latino el control de la mayor parte de Bitinia y Misia.
La paz fue mantenida hasta 1222, momento en el cual la potencia emergente de Nicea se sintió lo suficientemente fuerte como para desafiar al imperio latino, por aquel entonces debilitado por la constante guerra en sus provincias europeas. En la batalla de Pemaneno en 1224, el ejército latino fue derrotado, y por los siguientes años el emperador Roberto de Courtenay fue forzado a ceder todas sus posesiones de Asia a Nicea, excepto Nicomedia y los territorios justo enfrente de Constantinopla. Nicea también se volvió al mar Egeo, capturando las islas adjuntas al Imperio. En 1235, finalmente, las posesiones latinas cayeron ante Nicea.
Decadencia y caída
Después que Roberto de Courtenay murió en 1228, fue creada una nueva regencia bajo Juan de Brienne. Después de la desastrosa derrota epirota por los búlgaros en la batalla de Klokotnitsa, fue eliminada la amenaza epirota para el Imperio latino, solo para ser sustituida por Nicea, que inició la adquisición de territorios en Grecia. El emperador Juan III Ducas Vatatzes de Nicea firmó con Bulgaria una alianza que en 1235 dio lugar a una campaña conjunta contra el Imperio latino, y a un asedio infructuoso de Constantinopla el mismo año. En 1237, Balduino II alcanzó la mayoría de edad y asumió las riendas de un estado muy disminuido. La precaria situación del Imperio lo obligó a viajar con frecuencia a Europa occidental en busca de ayuda, pero sin éxito. Con el fin de obtener dinero, se vio obligado a recurrir a medios desesperados, como la eliminación y venta de los techos principales del Gran Palacio y la entrega de su único hijo, Felipe, a los comerciantes venecianos como garantía para un préstamo.
En 1247, los nicenos habían rodeado eficazmente Constantinopla, con solo las fuertes murallas de la ciudad para mantenerlos a raya, y la batalla de Pelagonia en 1258 señaló el principio del fin del predominio latino en Grecia. El 25 de julio de 1261, con la mayoría de las tropas latinas fuera en campaña, el general niceno Alejo Estrategopoulos encontró una entrada sin vigilancia en la ciudad y entró con sus tropas, restaurando el Imperio bizantino para su señor, Miguel VIII Paleólogo.
Emperadores del Imperio latino de Constantinopla
- Balduino I de Constantinopla (1204–1205)
- Enrique de Flandes (1206–1216)
- Interregno: Conon de Béthune (regente) (1216–1217)2
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- Yolanda de Flandes (regente) (1217–1219)3
- Interregno: Conon de Béthune (regente) (1219–1220)2
- Roberto de Courtenay (1221–1228)
- Balduino II (1228–1261) (muerto en 1273)
- María de Courtenay (regente) (1228)4
- Narjot de Toucy (regente) (1228–1231)2
- Juan de Brienne (regente con el título de emperador) (1229/12315–1237)
- Anseau de Cayot (regente) (1237–1238)6
- Narjot de Toucy (regente) (1238–1239)6
- Felipe de Toucy. Regente durante la ausencia de Balduino II (1243–1248)67 (1251–1259)8
Emperadores titulares9
- Balduino de Courtenay (1261–1273)
- Felipe de Courtenay (1273–1283)
- Catalina de Courtenay (1283–1308) con Carlos de Valois (1301–1308)
- Catalina de Valois (1308–1346) con Felipe I de Tarento (1313–1332)
- Roberto de Tarento (1346–1364)
- Felipe II de Tarento (1364–1373)
- Jaime de Baux (1373–1383). A su muerte, legó sus derechos titulares sobre el imperio a Luis I de Anjou, pretendiente al trono de Nápoles, pero ni él ni sus sucesores utilizaron el título imperial.