El Imperio mongol



El Imperio mongol (en mongol: Монголын Эзэнт Гүрэн) fue el segundo imperio más extenso de la historia y el mayor de los imperios constituidos por territorios continuos. Fue fundado por Gengis Kan en el año 1206 y tuvo su punto álgido cuando alcanzó 24 000 000 km² de extensión. Llegó a abarcar un territorio desde la península de Corea hasta el río Danubio​, a albergar una población de más de 100 millones de habitantes​ y a incluir algunas regiones tan ricas e importantes como China, Mesopotamia, Persia, Europa Oriental, Rusia, entre otros. 

El guerrero Temuyín unió todas las tribus mongolas bajo su mando hacia el año 1206, cuando fue proclamado Gran Kan bajo el nombre Gengis Kan. Enseguida se enfrentó al Imperio jhin de los Jurchen y los Xi Xia en el norte de China y, ante la resistencia del Imperio corasmio, fue a Asia Central donde devastó la Transoxiana y el oriente de Persia y penetró en el sur de Rusia y el Cáucaso. 

Durante la guerra contra Xia Occidental en 1227, Gengis Kan enfermó y murió. El ejército de Gengis Kan, a pesar de ser relativamente reducido, contaba con una caballería bien preparada, arqueros expertos y disciplina entre sus líderes. 

El ejército mongol fue durante los siglos xii y xiii el mejor del mundo por su movilidad y estrategias, que lo hicieron temible entre sus coetáneos. Gengis Kan y otros militares mongoles introdujeron varias innovaciones que permitieron a su ejército conquistar vastos territorios, aún estando en desventaja numérica durante las batallas que libraron. 

Yassa 

Gengis Kan tenía un código de leyes llamado Yassa, que reunía tradiciones del pueblo, así como sus pensamientos e inquietudes sobre cómo debía ejercerse el gobierno. Bajo el mandato de Gengis Kan, todos los individuos (siempre y cuando fueran nómadas) y las religiones eran consideradas iguales por la ley mongola, mientras que eran discriminados los pueblos sedentarios, en especial los chinos. El código permitía el uso de la tortura y exoneraba a los médicos del pago de impuestos. La Yassa se escribía en rollos de papel almacenados en volúmenes que solo podían ser vistos por el kan o sus asesores más cercanos, aunque las reglas que contenía eran conocidas por todos y respetadas. Gengis Kan también creó un amplio sistema postal para enviar órdenes gubernamentales e informes. En vista de la diversidad étnica, religiosa y tribal tanto de los civiles como de los militares en el imperio mongol, Gengis Kan insistió en que toda lealtad debía dedicarse a él como gran kan y a nadie más. Se esperaba la obediencia de los más pobres hacia los más ricos. 

Gengis Kan prefería reinar a través de las aristocracias locales, aunque si estas se le oponían no tenía reparo en eliminarlas. Sin embargo, entre los mongoles, aplicó una meritocracia: los títulos y cargos eran asignados teniendo en cuenta el valor mostrado en la batalla o la lealtad, en contraposición del antiguo sistema de herencia a través de la familia. 

Religión y libertad de culto 

En el Imperio mongol coexistían muchas religiones distintas con un grado limitado de libertad de culto. Con el paso de los años Gengis Kan comenzó a desarrollar un intenso interés por las religiones que recorrían la Ruta de la Seda, pues estaba convencido de que en ellas podría encontrar, mediante hechizos y ritos mágicos, el secreto de la inmortalidad. Así, se concedió libertad de culto total y se exoneró a los sacerdotes del pago de impuestos. Esto promovió que la Ruta de la Seda se convirtiese en un foro de diálogo interreligioso novedoso. Los mongoles eran tradicionalmente animistas chamánicos, como el propio Gengis Kan y sus hijos, aunque ya existían tribus cristianas que fueron unificadas por Gengis. 

A partir de la tercera generación, la mayoría de los nietos de Gengis Kan —como Kublai Kan y Abaqa Kan— se convirtieron al budismo tántrico que, gradualmente, se convirtió en la religión predominante hasta sustituir incluso al chamanismo. Algunos kanes, como Ghazan, se convirtieron al islam, pero fue Altan Kan el primero en declarar el budismo, específicamente al budismo tántrico tibetano, Vajrayāna, la religión oficial del Imperio mongol. A pesar de la coexistencia de gran cantidad de religiones dentro del Imperio mongol y sus cuatro «subregiones» (judíos, cristianos, musulmanes, paganos, budistas, hindúes, etc.) no estuvo exento de conflictos religiosos. Por ejemplo, en el Ilkanato, que gobernaba Persia y gran parte del Medio Oriente, la mayoría de los kanes fueron budistas que gobernaban sobre una población islámica, salvo los últimos tres kanes, que fueron musulmanes. 

Los mongoles valoraban sus relaciones comerciales con los países vecinos, y mantuvieron su política de apertura al comercio durante sus conquistas y expansión. Todos los mercaderes y embajadores que tuvieran la documentación adecuada y autorización, eran protegidos mientras viajaban por sus dominios, razón por la cual se intensificó el comercio terrestre, del Mediterráneo a China, a través de rutas bien mantenidas y transitadas ya que no había miedo a los bandidos. Sin embargo, los mongoles no tuvieron mucha influencia en el comercio marítimo. La supremacía mongola produjo una mezcla de culturas a una escala nunca vista hasta entonces, dando lugar a la llamada Pax Mongolica ("paz mongola") por la que se estableció una especie de mezcla entre el pueblo mongol nómada y las sociedades campesinas y comerciales conquistadas. La "paz mongola" impuesta sobre gran parte de Asia favoreció enormemente el intercambio comercial y de ideas entre los vastos territorios del imperio mongol como con occidente. Buen ejemplo de esta época que comenzaría a mediados del siglo XIII y duraría poco menos de un siglo, son los viajes del veneciano Marco Polo así como los de otros comerciantes y misioneros. 

Después de Gengis Kan 

Tras la muerte de Gengis en el año 1227, sus sucesores, bajo el segundo jan, Ogodei, continuaron la expansión. Esta expansión incluyó a Persia, acabó con los Xia y los restos de los corasmios, y condujo a un conflicto con la dinastía Song de China meridional, comenzando una guerra que no acabó hasta el año 1279 en el cual se produjo la ocupación total del país y la reunificación del gobierno de China bajo los mongoles. A finales de la década de 1230, los mongoles, bajo el mando de Batu Kan invadieron Rusia, provocando la muerte de alrededor de la mitad de la población local, para luego reducir la mayoría de sus principados al vasallaje. 

En el año 1241, tras haber derrotado a los ejércitos polaco y alemán en la batalla de Liegnitz, a los húngaros en la batalla de Mohi y a punto de lanzarse a la conquista de toda Europa, campaña que se prometía exitosa, tuvieron que volver a Mongolia para elegir al siguiente Gran Kan, tras la muerte de Ogodei, si bien devastaron grandes áreas de Europa Oriental, incluidas Polonia, Lituania, Hungría, Croacia y Bulgaria. 

 Invasiones de los mongoles a Japón 

Durante el año 1256, el nieto de Gengis Kan, Hulagu, partiendo desde la base mongola en Persia, conquistó el califato Abasida en Bagdad y destruyó el culto a los nizaríes, entrando por Siria y Palestina hacia Egipto. Pero el Gran Kan Möngke (su hermano) murió, por lo que Hulagu tuvo que volver para la elección de nuevo Gran Kan, y las fuerzas que había dejado como guarnición en Palestina al mando del general Kitbuqa fueron derrotadas por los mamelucos bajo el mando del sultán egipcio Kutuz y su general Baibars en el año 1260 en Ain Yalut. 

 Durante el reinado de Kublai Kan (hermano de Möngke y de Hulagu), el imperio empezó un proceso de división en varios kanatos más pequeños. Kublai se dedicó a la guerra contra la dinastía Song, consiguiendo el dominio sobre China, y a la región la llamó Manzi, mientras que los kanatos occidentales iban separándose progresivamente. La rivalidad entre las tribus (producida por el complicado proceso de sucesión, el cual paralizó dos veces operaciones militares importantes y remotas como las de Hungría y Egipto, desbaratando campañas que se anunciaban victoriosas) y la tendencia de algunos kanes a beber en demasía hasta el punto de producirles la muerte (como fue el caso de Kuyuk), causó crisis sucesorias que aceleraron la desintegración del Imperio. 

La decadencia del imperio mongol se dio por diversos factores, entre los cuales destacan los siguientes: Estados tras la división del imperio mongol hacia el 1300. Rivalidad tribal y crisis sucesorias: La estructura tribal del imperio mongol era relativamente frágil, y se mantenía cohesionada por la figura temible de Gengis Kan. Cuando murió, el Imperio, por su gran extensión, inevitablemente terminó por dividirse. Aquella división salvó a muchos pueblos de la amenaza que les representaba los mongoles, en especial a los habitantes de Europa. Por ejemplo, las disputas por la sucesión, hicieron que los mongoles se retiraran de Europa Central. Asimilación de las culturas conquistadas: Los mongoles, un pueblo que alcanzó el éxito militar por su condición de nómadas, asimilaron la cultura de los países conquistados, y rápidamente fueron absorbidos por los mismos. Además, su éxito creó divisiones, y pronto los mongoles comenzaron a pelear entre sí por los botines conquistados. 

Modelo militar anticuado: A pesar de que las tácticas que utilizaron los mongoles los volvieron casi invencibles, pronto mostraron sus limitaciones cuando el ejército mongol se hallaba en terrenos adversos. El ejército mongol se fundamentaba en los ataques en masa de su caballería ligera, ataques que no podían realizarlos cuando el terreno no permitía las maniobras a caballo. Así, por ejemplo, conquistaron las rutas y ciudades principales de Afganistán, pero nunca pudieron pacificar las regiones montañosas. Tampoco tuvieron éxito al intentar practicar la guerra naval, por ser un pueblo que durante mucho tiempo no tuvo acceso al mar. Este aspecto tuvo hasta cierto punto incidencia en la derrota de los mongoles al intentar conquistar Japón. Desarrollo de la agricultura y carencia de efectivos militares: A pesar del extenso territorio que los mongoles tenían bajo su poder, contaban con un número de efectivos militares limitado. Eran muy pocos los jinetes y caballos lo suficientemente fuertes y hábiles como para formar parte del ejército, ese número iba disminuyendo conforme los mongoles se alejaban de su lugar de origen. Por último, el avance de la agricultura y su incursión en las estepas redujo la base económica que sustentaba la producción de los soldados y caballos. Uso de la pólvora: Finalmente, el uso de la pólvora en armas de fuego cambió el modo de hacer la guerra, y volvió anticuado el uso de las tropas de caballería, el fuerte de los mongoles, no sólo en Asia sino también en otras partes del mundo. Legado Entre los imperios resultantes del Imperio mongol están el formado por la dinastía Yuan (de fundación mongola) en China, el Ilkanato con base en Persia y la Horda de Oro que controló Asia Central y Rusia meridional.

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